La sociedad

En estos últimos tiempos la sociedad está corrompida por el ateísmo y la inmoralidad anticristiana que lleva al hombre a satisfacer sus deseos carnales con cualquier mujer arriesgando su vida y sufriendo la desgracia de haber caído en el pecado de la fornicación.
Durante mucho tiempo he comprobado y no les miento y les puedo asegurar que en 11 años no he encontrado una sola mujer que quiera la palabra compromiso y ame al prójimo, sólo buscan matar su aburrimiento con un poco de placer, no importa si ella tiene novio o te ilusiona lo único que buscan es pasar el tiempo realizando esas inmundicias y jugando con los sentimientos de los hombres.
Sin importar la edad cuando tenía 20 me encontré con mujeres de 18 o cuando tenía 19 con chicas de 18 o con 25 años mujeres de 34 que lo único que buscaban era una noche de placer por lo cual te ilusionaban a más no poder y luego sin ninguna explicación se borraban y esto no solamente en noches de éxtasis sino en relaciones de 3 meses con presentación de la familia incluida y varias horas de relaciones que uno hace que se enamore de esas mujeres hermosas y jóvenes pero que en su mente no tienen nada y en su alma sólo albergan maldad.
Estoy en la encrucijada más terrible de mi vida porque como un maldito pecador y fornicador a veces no me cuido para satisfacer mis fantasías más ocultas y eso puede llevarme irremediablemente a la muerte pero es el precio que tengo que pagar por años de desprecio y soledad, no me siento bien conmigo mismo pero a veces el organismo te pide estar con una bella dama.
Sólo le pido al Dios Padre Todopoderoso que clame mi angustia y que mi salud esté sana si mi buen Señor me ayuda en este pecado mortal e irremediable lo más probable que me dedique de lleno a la religión ya que en las cosas terrenales no encuentro paz y en la espiritualidad de Cristo Jesús encuentro lo que tanto ansió.
Padre Celestial te agradezco por todo lo que me has dado y te pido con toda franqueza perdón por mis deseos malignos y corrompidos de prostitución y fornicación y te ruego desde lo más profundo del alma que me des salud para dedicarme a tu justa causa Amén, Amén, Amén.